Las transformaciones recientes en nuestra forma de vida, por diferentes situaciones (incluyendo el COVID), han hecho que se implementen una serie de cambios al interior de las Organizaciones. Dentro de estos cambios que se han forzado están el teletrabajo, cambios en los tipos de contratación y la búsqueda por habilidades que apoyen esta nueva realidad, las llamadas “Habilidades blandas”.

Si hay habilidades blandas…entonces, hay habilidades duras. El término de habilidades duras se refiere al conjunto de conocimientos específicos y técnicos como programación, análisis de datos, contabilidad, finanzas, administración etc., mientras que las habilidades blandas son de naturaleza multifuncional. No son exclusivos para una tarea en particular, sirven para diferentes situaciones y ambientes y permiten a quien las posee ser efectivos a nivel individual y colectivo. En el siguiente cuadro podemos observar estas diferencias:

Las habilidades blandas abarcan capacidades socioemocionales y características personales como la adaptabilidad y la resiliencia. Las habilidades blandas no son rasgos de personalidad innatos, la mayoría de las personas puede desarrollarlas a través del estudio y la práctica, de igual forma que se desarrollan las habilidades duras.

Otros ejemplos de habilidades blandas son:

Comunicación interpersonal.

Gestión del tiempo.

Organización.

Resolución de problemas.

Trabajo colaborativo.

Empatía, entre otros.

Resiliencia

De acuerdo con un estudio del portal emeritus 2021, se encontró que las siguientes habilidades blandas tienen la mayor demanda entre los profesionales que buscan mejorar las habilidades de sus equipos u organizaciones:

Fuente: encuesta de impacto profesional global emeritus 2021.

Entonces, ¿Por qué son importantes las habilidades blandas?

Se ha identificado que una de las causas de más importantes de la rotación es la carencia de estas habilidades en el personal atraído.  Te imaginas un proyecto o surgimiento de una empresa que tenga dentro de sus premisas a la habilidad de innovación y, desde la atracción de talento no cuidamos que el personal posea estas competencias, seguramente será un fracaso. Otro ejemplo sería la incorporación de un líder de Custumer Service que no tenga la capacidad de relacionarse con sus clientes de manera profesional y que garantice que sus colaboradores permeen esta cultura a lo largo del proceso.

Hoy por hoy es un hecho que, mantener colaboradores dotados técnicamente no es suficiente para generar los resultados esperados y, muchos menos ahora que se nos demanda supervisar gente a distancia y atender clientes de forma virtual. Las habilidades blandas, por ende, se han tenido que incorporar de una forma acelerada.

¿Cuántas veces hemos escuchado historias de cómo una persona es considerada un sabio, un emérito en su campo?, pero que no sabe dirigir, escuchar, colaborar en equipo, etc., simplemente se vuelven un obstáculo para el crecimiento organizacional.

¿Cómo desarrollamos entonces las habilidades blandas?

Primero tenemos que identificar y entonces desarrollar:

1. Áreas de mejora

Identificar las brechas de desempeño, servicio y logro, entre otros indicadores, aquellas habilidades que pudiesen estar ausentes y que de alguna manera deberían ser atendidas para afinar las acciones que apoyarán su performance.

2. Retroalimentación individual

Principalmente en las Evaluaciones del Desempeño (mucho mejor si son de tipo 360°), ahí podemos obtener información muy útil que es generada con los comentarios, opiniones y calificaciones realizadas por los evaluadores.

Conociendo en que debemos desarrollar a nuestros colaboradores entonces podemos:

3. Liderar mediante el ejemplo

Los lideres de la Organización pueden desarrollar en otros las habilidades detectadas, a través del modelaje en el día a día, es decir, a través de las conductas que pretenden tenga la gente en un futuro.

4. Capacitación externa

Siempre contar con expertos que nos ayuden a permear las habilidades de una forma profesional y que acorten los tiempos de implementación hacia la cultura que buscamos.

5. Practicar las habilidades

Después de recibir capacitación profesional, es necesario vivir las habilidades aprendidas y, para esto que mejor que actividades como la gestión de proyectos, juntas de creatividad, reuniones de planificación, incluso que los colaboradores puedan liderar proyectos no críticos, etc.

Sin duda las habilidades blandas ya estaban aquí, pero requeríamos de una sacudida para reconocer lo necesario que son para el éxito organizacional. Los consultores de S.H. DE MÉXICO, hemos recorrido este camino y contamos con las competencias necesarias para apoyarte en la incorporación de estos elementos a la cultura empresarial.

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Juan
Juan
1 Año Hace texto

Buen artíiculo, lo compartiré con los empleados de mi empresa es esta https://ace.lat/